viernes, 28 de junio de 2013

ABZURDAH

¿Nunca odiaron y admiraron a alguien a la vez? Sí, probablemente a sus padres, pero me refiero a un par: un compañero de colegio, de trabajo, de algo. A mí me pasó, más de una vez y es el momento de hablar de Rocío y más indirectamente de mi madre.
Mi mamá siempre quiso que yo sea un diez. Es decir, un palo y un cero al lado. Siempre fui un cero, bien redondo y gordo..
Y tiempo después me enteré de la existencia de “los diez”. Una pareja amiga de mis viejos que eran diez, en puntaje, claro. Eran cinco pero los escuchabas hablar de sus habilidades y te sentías miserable en menos de dos palabras. Jugaban tenis, golf, básquet, nadaban, eran perfectos alumnos, arquitectos, hablaban perfectísimo inglés, hacían viajes por todo el mundo, eran extremadamente independientes no solo económicamente sino en todo sentido de la palabra. Eran 10.
Así de fácil.
Tuve la maldita suerte de que la amiga perfecta de mamá tenga una hija de mi exacta edad pero abismalmente diferente. Rocío. Ella no tocaba piano pero hacía todo lo demás, imaginen cualquier cosa posible: Rocío lo hacía. El panorama se me complicó un poco cuando empecé a escuchar a mamá diciendo periódicamente que algún hijo perfecto de su amiga había recibido algún estúpido premio. Básicamente me empezó a molestar la repetición en serie de comentarios edulcorados hacia Rocío, o cualquiera de sus familiares. Como ella estudiaba inglés, mi mamá me mandó a estudiar inglés. Como ella bailaba danzas contemporáneas yo empecé a hacerlo. Y así seguía como un detective frustrado las huellas de Rocío. O mejor: cumplía los caprichos de mi madre. Quizás mamá pensó que se iba a parecer a su amiga si yo me parecía a su hij

jueves, 27 de junio de 2013

Frases andy

No es mi culpa, no es mi culpa, suelo repetirlo varias veces para creerlo. No obtengo un resultado positivo. 


* Es difícil estar en una relación, más aún cuándo pierdes la confianza con esa persona, ves las cosas desde otro punto de vista, si al primer mes veías todo con amor, después no, ves todo desde un punto frío y calculador. El amor va perdiendo  su protagonismo y se acercan los miedos, inseguridades, peleas constantes, celos, etc. Es difícil continuar, es difícil olvidar y seguir, por más que lo intentes.

*Me siento diminuta, frágil, propensa a romperme pero tú no lo entiendes, nunca lo haz hecho.

*¿Soy fea? Cuando era niña creía que lo era.. no puedo creer que ya esté llorando

*"Es absolutamente cierto que el tiempo lo cura todo. Pero lo mejor es que puedes decidir cuánto tiempo quieres sufrir. Mientras más rápido te des cuando de que cada relación, buena o mala, fue un regalo, más rápido podrás perdonarte y perdonar a la otra persona. Y mientras más rápido perdones al otro, más rápido comenzaras amar y a vivir de nuevo"


*Cuándo pequeña le tenía miedo a la oscuridad, yo y mi costumbre de callar y aguantarme las cosas, nunca le dije a mi mamá. En las noches me tapaba hasta las narices con mi cubrecama de barbie y observaba mi habitación, imaginaba criaturas acercándose a mi, criaturas asomándose a través de la puerta, criaturas saliendo debajo de mi cama. Ahora, ya no le tengo miedo a la oscuridad ni mucho menos a los monstruos que podrían aparecer en la pieza, sé que el único monstruo que podría estar en esa habitación está con los ojos abiertos y respirando entre cortado, el único monstruo que existe está escribiendo esto.


*El amor? No sé escribir sobre el amor sólo se que es pasajero, es una ilusión, una bendición, una maldición. El amor es todo y a la vez nada, te hace volar, te hace caer, te hace sensible, te deja insensible, te hace ilusiones, te decepciona. El amor es el amor, complicado, difícil de explicar y de sentir. 

El amor te transforma, te hace una nueva persona ya sea emborrachada de gozo o hundida en melancolía. El amor es más que todo lo que mis inútiles palabras tratan de explicar, es todo, es absolutamente todo, es absolutamente nada.  Lo que todos sabemos respecto del amor es que siempre nos deja una herida, una historia, una lección, un final feliz, un final triste o incluso un final abierto.